Hace mucho tiempo escribí las palabras más sabias de esa
edad temprana.
Escribía muchas lineas, pero a la mayoría las rechazaba.
De pronto mi lápiz, siempre en modo literario,
le confeso a la hoja: “la verdad importa más que sus efectos
secundarios.”
He pensado, desde ahí, en encontrar la verdad.
Darle sentido a la vida, para tener tranquilidad.
Pronto me convertí en intelectual,
Y el tema desde ese momento quedo igual.
Encontré la manera, un tiempo después,
De vivir y ayudar a curar mi alma.
Conocer el ayer,
Sentir el hoy, y pensar el mañana.
Y aprendí, tambien, que amar tus labios
Es una verdad y un efecto secundario.
me gusta como va cambiando la voz del poema
ResponderEliminarEste, como otros de tus poemas me perece chevere tambien, lo que me sorprende de ti es que me parece que escribias cosas cheveres desde "edades tempranas", Como si fuera algo natural en ti. :)
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