Nos vemos pronto en un
universo paralelo
donde tus ojos son marrones y teñí mi cabello negro
porque odiaba que mi color natural sea el del cielo
Yo te enseño a tocar la guitarra
y tú me mostrarás cómo volar.
donde tus ojos son marrones y teñí mi cabello negro
porque odiaba que mi color natural sea el del cielo
Yo te enseño a tocar la guitarra
y tú me mostrarás cómo volar.
Los escolares atrapados en una aventura de amor intelectual,
una bicicleta de dos asientos a ningún lugar.
Te conoceré por la
dulzura
de las huellas de tus dedos;
y no necesitarás identificación alguna
además de la inclinación de mi cuerpo,
Porque, de mundo a mundo, para algunas cosas no importa el tiempo.
de las huellas de tus dedos;
y no necesitarás identificación alguna
además de la inclinación de mi cuerpo,
Porque, de mundo a mundo, para algunas cosas no importa el tiempo.
un dibujo que hice:
La interpretación
de Copenhague atribuida principalmente a Bohr, Born y
Heisenberg se trata de una
interpretación de la mecánica
cuántica (en la que se incorpora el principio de
incertidumbre) la cual consiste
en que “no se puede conocer con precisión la posición y momento de una
partícula simultáneamente.” Lo curioso de esta teoría es que es uno de los
pocos problemas de física que tienen en cuenta la manera en la que fluye el
tiempo, y se ajusta mucho a lo que es el universo, porque existe una distinción
entre pasado y futuro. Esta teoría quiere decir que no es posible predecir el
futuro ya que, como dijo Heisenberg: “no podemos conocer, por principio, el
presente en todos sus detalles”. Entonces nunca sabrás que es lo que
viene, porque ni siquiera conoces dónde estás. Sin embargo lo que sí es posible
(para la mecánica cuántica) es conocer el momento y posición de cierta
partícula en un tiempo pasado. Y eso quiere decir que “El futuro es
esencialmente impredecible e incierto mientras que el pasado completamente
definido. Por lo tanto nos movemos de un pasado definido a un futuro incierto.”
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